Puede que muchos de los que asistieron a la primera conferencia de este pequeño ciclo, pensado para apoyarles en la realización de su trabajo monográfico, hayan quedado un tanto perplejos preguntándose qué relación existe entre el tema de la democracia participativa y la investigación monografía que deben de acometer.
Es cierto que su monografía deberá de ser concreta y acotada en su temática y desarrollo, mientras que la conferencia (al igual que ocurrirá con las dos próximas) tuvo un sentido ámplio y transversal (panorámico), aparentemente en dirección opuesta.
Con el propósito de reorientarles esa primera percepción y establecer un pequeño debate, les sugerimos dos breves casos posibles de aplicación, con el objeto de despertarles otras posibles sugerencias (que esperamos publiquen en este blog):
1º) Ya que su colegio se ubica en el municipio de Arucas, ¿se podría investigar sobre los elementos prácticos de democracia participativa que están funcionando (o no) en el municipio, tanto a nivel institucional como de tejido social?
2º) ¿Cuáles serían los conceptos esenciales de una hipotética "Carta de los Deberes Humanos" y cuáles de éstos (y en qué forma) están recogidos (o no) en nuestro marco legal?
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lunes, 14 de diciembre de 2009
sábado, 12 de diciembre de 2009
La Democracia Participativa
A la espera de publicar la transcripción de la conferencia de Rosario Miranda, avanzamos un pequeño extracto de la misma, con el fin de aportar elementos de debate entre los autores de este blog.
A nuestro juicio, la idea principal que la conferenciante nos dejo fue que el modelo de democracia actual necesita evolucionar (superar sus males, carencias y vicios) hacia una DEMOCRACIA PARTICIPATIVA, ya que la democracia no es un bien final o acabado sino un proceso continuado de reafirmación y mejora.
Históricamente el único antecedente de democracia participativa se produjo en la Atenas clásica. Ésta se vinculó a un territorio y una población reducida, duró unos 100 años y no se extiendió a otros lugares.
Fue a partir de las revoluciones francesa y americana, cuando nace y comienza a extenderse y desarrollarse otro modelo de democracia: la DEMOCRACIA REPRESENTATIVA, que ha llegado hasta nuestros días.
A diferencia del caso ateniense, el modelo de democracia participativa se produjo en territorios muy amplios y poblados, en una época en que la gran mayoría de la población carecía de educación básica y las comunicaciones eran muy lentas.
Sin embrago, el contexto actual (al menos en las democracias occidentales) es muy diferente: la educación es un bien colectivo y se ha producido una extraordinaria e imparable revolución de las tecnologías de la información y la comunicación (Internet). Desde este nuevo panorama, podríamos decir que la democracia participativa ahora es técnicamente posible.
Pero el centro de esta cuestión no es sólo técnico, sus elementos esenciales inciden directamente sobre el ámbito de la persona (de ahí el título de la conferencia, "Persona, participación ciudadana y responsabilidad social").
En este sentido, Rosario nos dejó dos ideas clave: el "sentido de lo común" o virtud cívica y su llamamiento a redactar una "Carta de los Deberes Humanos" (en correspondencia a la Declaración de los Derechos Humanos), ya que una democracia participativa no se puede construir sólo sobre derechos si no hay un compromiso y una responsabilidad individual y compartida de deberes.
A nuestro juicio, la idea principal que la conferenciante nos dejo fue que el modelo de democracia actual necesita evolucionar (superar sus males, carencias y vicios) hacia una DEMOCRACIA PARTICIPATIVA, ya que la democracia no es un bien final o acabado sino un proceso continuado de reafirmación y mejora.
Históricamente el único antecedente de democracia participativa se produjo en la Atenas clásica. Ésta se vinculó a un territorio y una población reducida, duró unos 100 años y no se extiendió a otros lugares.
Fue a partir de las revoluciones francesa y americana, cuando nace y comienza a extenderse y desarrollarse otro modelo de democracia: la DEMOCRACIA REPRESENTATIVA, que ha llegado hasta nuestros días.
A diferencia del caso ateniense, el modelo de democracia participativa se produjo en territorios muy amplios y poblados, en una época en que la gran mayoría de la población carecía de educación básica y las comunicaciones eran muy lentas.
Sin embrago, el contexto actual (al menos en las democracias occidentales) es muy diferente: la educación es un bien colectivo y se ha producido una extraordinaria e imparable revolución de las tecnologías de la información y la comunicación (Internet). Desde este nuevo panorama, podríamos decir que la democracia participativa ahora es técnicamente posible.
Pero el centro de esta cuestión no es sólo técnico, sus elementos esenciales inciden directamente sobre el ámbito de la persona (de ahí el título de la conferencia, "Persona, participación ciudadana y responsabilidad social").
En este sentido, Rosario nos dejó dos ideas clave: el "sentido de lo común" o virtud cívica y su llamamiento a redactar una "Carta de los Deberes Humanos" (en correspondencia a la Declaración de los Derechos Humanos), ya que una democracia participativa no se puede construir sólo sobre derechos si no hay un compromiso y una responsabilidad individual y compartida de deberes.
Etiquetas:
Democracia participativa,
Reflexiones
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